primeros recuerdos que tengo de Manuel en término de intercambio real y directo después de haberlo conocido de manera muy intensa, profunda y larga por sus artículos y escritos. Existen diversas formas de tesis, me explicó Manuel, presidiendo el tribunal de la lectura de mi tesis doctoral en Barcelona, en 2005, la tuya se parece a un caracol: se acerca de manera progresiva -por no decir lenta- dando vueltas y vueltas alrededor del tema central, llegando poco a poco al corazón, el objeto de la investigación, de manera natural y lógica. Es el recuerdo más claro y contundente que tengo de Manuel en ese día especial de lectura de tesis; la sencillez y la fuerza de una imagen apoyando una dea clara y precisa. Me impactó en aquel momento

cómo este comentario me pareció justo, muy personal y próximo al trabajo que había hecho.
Una colina, es la otra imagen que me llama la atención, cuando 5 años después, tuvimos la oportunidad de trabajar juntos sobre un proyecto urbano en Pau, en Francia. Une colline, une promenade, una topografía y un paisaje, como imágenes sencillas y obvias, que al mismo tiempo integran sin expresar toda la complejidad de un proyecto urbano. Cuatro dibujos o esquemas representaron en un primer tiempo la esencia del proyecto. Poco a poco, planos, secciones, vistas, maquetas, van ganando complejidad y precisión. Por encima de los diálogos sobre la naturaleza y la definición del proyecto, tengo ese recuerdo muy claro de las largas y numerosas discusiones que hemos tenido sobre la manera de presentar y representar ese proyecto.